Recordando Auschwitz

He leído esta mañana en la prensa que el actual Papa Benedicto, siguiendo los pasos de su predecesor Juan Pablo II, ha visitado Polonia, y ha condenado el nazismo además de pedir perdón por los pecados cometidos por los cristianos en el pasado. Según el programa del viaje, se ha previsto una visita al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau (también conocido como Auschwitz II).

Con la sana curiosidad de comprobar la cantidad de información que albergaba la Wikipedia al respecto, he realizado una consulta, y he recibido como resultado el siguiente link. Se trata de una página o dos de información aproximadamente, bastante resumida y bien expresada, que he leído con creciente (morbosa) curiosidad. Lo que más me ha sorprendido no ha sido lo que he encontrado en esas líneas, sobradamente conocido por casi todo el mundo, sino la reacción que me ha generado. Mientras leía, sin poder parar, la lista de atrocidades cometidas en ese y otros campos, y aun sabiendo de antemano la información allí contenida, he sentido una creciente sensación de nausea y de vacío. Tal ha sido la intensidad, que mientras escribo estas líneas aun siento angustia y malestar. Tanto se ha escrito ya, y tanto se ha oído y hablado que me ha sorprendido ver que por mucho tiempo que pase, tales atrocidades no pasan desapercibidas.

No recomiendo la lectura del artículo a aquellos que ya sepan los horribles hechos acaecidos en ese lugar, ni tampoco a aquellos que aprecien su bienestar emocional. Si la recomiendo a aquellos que no sepan lo que allí sucedió, o a los que quieran recordar y/o hacer trabajar sus “conciencias”, tal vez de un modo masoquista, pero efectivo.

Un saludo.